Comenzando el mes de septiembre me conseguí
con una iniciativa que una cuenta amiga lanzó a través de Instagram llamándola las #30accionesdepaz. Se trata de señalar 30 gestos amables para que
estos se multipliquen.
Para ellos nos invitan a compartir alguna
acción o idea que tengamos al respecto y a su vez que invitemos a otros a
unirse a la buena energía del #mesdelapaz como se ha nombrado al mes de septiembre.
Haciéndome partícipe de esta campaña decidí escribir
sobre un tema del que mucho se habla en estos tiempos y del que tanto se dice
que se ha ido perdiendo: La Empatía
La empatía es la capacidad de entender los
pensamientos y emociones ajenas, de ponerse en el lugar de los demás y
compartir sus sentimientos.
Necesariamente no tenemos que pasar por las
mismas vivencias y experiencias para entender mejor a los que nos rodean, sino simplemente
poder ser capaces de captar los mensajes que la otra persona nos quiere
transmitir, y hacer que se sienta comprendida de manera única y especial.
No se trata de un don especial con el que
nacemos, sino de una cualidad que podemos desarrollar y potenciar, capacidad
que comienza a formarse desde la infancia.
Ya como padres podemos impulsar que nuestros
hijos también la desarrollen. Si se sienten apoyados y entendidos en casa es
más fácil que sientan empatía y ofrezcan ayuda a sus amigos y el resto de
personas que los rodean.
Una forma
efectiva es hablando con ellos sobre cómo influyen nuestros sentimientos en
nuestro comportamiento y explicar que todos tenemos características en común
con otras personas, de esta manera les permitimos identificarse con las
emociones de los demás.
Esto los ayudará a relacionarse de manera
satisfactoria en su entorno y fomentar la paz por sobre todo lo demás.
De allí la importancia de que exista una
buena comunicación emocional en la familia desde el principio.
Imagen: laeduteca
Obstáculos
que dificultan la empatía (Fuente: pulevasalud.com)
De acuerdo a lo planteado por la Dra.
Trinidad Aparicio Pérez, Psicóloga especialista en infancia y adolescencia, existen
ciertas actitudes que suelen adoptarse en el momento de relacionarnos con los
demás y que son consideradas totalmente erróneas ya que dificultan y suelen
impedir un real acercamiento con otros, bloqueando por completo la comunicación
e impedir que se produzca una buena relación empática.
Entre los errores mas comunes están:
-Tendencia a quitarle importancia a lo que le
preocupa al otro e intentar ridiculizar sus sentimientos.
-Escuchar con prejuicios y dejar que nuestras
ideas y creencias influyan a la hora de interpretar lo que les ocurre.
-Juzgar y acudir a frases del tipo "lo
que has hecho está mal", "de esta forma no vas a conseguir nada",
"nunca haces algo bien".
-Sentir compasión
-Ponerse como ejemplo por haber pasado por
las mismas experiencias.
-Intentar animar sin más, con frases como
"ánimo en esta vida todo se supera".
-Dar la razón y seguir la corriente.
Imagen: lanacion.com.ar
Estrategias
para desarrollar la empatía (Fuente:
pulevasalud.com)
No todos tenemos la misma capacidad para
desarrollarla, pero en todo caso si existen estrategias que pueden ayudarnos a
lograrlo, como:
-Escuchar con la mente abierta y sin
prejuicios
-Prestar atención y mostrar interés por lo
que nos están contando, ya que no es suficiente con saber lo que el otro
siente, sino que tenemos que demostrárselo;
-No interrumpir mientras nos están hablando y
evitar convertirnos en un experto que se dedica a dar consejos en lugar de
intentar sentir lo que el otro siente.
-Habilidad de descubrir, reconocer y
recompensar las cualidades y logros de los demás. Esto va a contribuir, no
solamente a fomentar sus capacidades, sino que descubrirán también, nuestra
preocupación e interés por ellos.
Imagen: epresarte.co
¿Cómo
expresar la empatía? (Fuente: pulevasalud.com)
Hay varias formas:
-Hacer preguntas abiertas de forma que animen
a continuar la conversación ya que hace ver a la otra persona que estamos
interesados por lo que nos está contando.
-Intentar avanzar lentamente en el diálogo,
de esta forma estamos ayudando a la otra persona a que tome perspectiva de lo
que le ocurre, dejamos que los pensamientos y sentimientos vayan al unísono y
nos da tiempo de asimilar y reflexionar sobre el tema.
-Antes de dar nuestra opinión sobre el tema,
debemos esperar a tener información suficiente, cerciorarnos de que la otra
persona nos ha contado todo lo que quería y de que nosotros hemos escuchado e
interpretado correctamente lo esencial de su mensaje.
-En ocasiones los otros no necesitan nuestra
opinión y consejo, sino saber que los estamos entendiendo y sintiendo lo que
ellos nos quieren transmitir.
-Cuando tengamos que dar nuestra opinión
sobre lo que nos están contando es muy importante hacerlo de forma
constructiva, ser sinceros y procurar no herir con nuestros comentarios.
-Para esto es muy importante ser respetuoso
con los sentimientos y pensamientos de la otra persona y aceptar abiertamente
lo que nos está contando.
-Es aconsejable tener una buena
predisposición para aceptar las diferencias que tenemos con los demás, ser
tolerantes y tener paciencia con los que nos rodean y con nosotros mismos.
-Aunque ser tolerante no quiere decir que
tengamos que soportar conductas que nos hacen daño o que pueden hacer daño a
otros, sino aceptar, comprender y respetar las diferencias.
A juicio de los psicólogos, las personas que
están excesivamente pendientes de sí mismas tienen más dificultades para pensar
en los demás y ponerse en el lugar de estos y algo fundamental para el
desarrollo de la empatía es lograr ser capaces de salir de nosotros mismos e
intentar entrar en el mundo del otro.
La empatía vista desde otra perspectiva
Indagando más sobre el tema, me conseguí con un artículo de pijamasurf.com en el que aparece lo dicho por el psicólogo Paul Bloom, quien señala que el mundo necesita menos empatía.
Y es que para Bloom, el mundo lo que necesita no es mayor empatía sino compasión, la cual define como un sentimiento más racional, “un amor más distanciado, amabilidad y cuidado por otros”.
Como ejemplo expone que dice es preferible que un médico sea racional, distante y profesional, en lugar de ser empático y ponerse a llorar con nuestros problemas. Lo mismo aplica para la famosa distancia que deben guardar los psicoanalistas con sus analizados.
El artículo termina concluyendo que bien pudiera decirse que “ponernos en los zapatos del otro nos ayuda a ver el mundo desde un punto de vista diferente, pero que ponernos en nuestros propios zapatos nos da la posibilidad de ayudarlos en términos reales. Toda la empatía del mundo no logrará terminar con el hambre, el calentamiento global o la desigualdad en todas sus formas si no logramos convertirla en acción”
¿Qué opinan de este otro punto de vista?
me encanto.muy util.gracias
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