Durante el embarazo el cuerpo de la mujer va adaptándose,
su figura va cambiando a medida que este avanza mes por mes. Y es que sus
órganos internos se van acomodando mientras el bebé crece en el vientre
materno.
De acuerdo a información obtenida en la página
web beliefnet.com, el primer órgano que reacciona es la vejiga, de hecho lo
hace mucho antes de que se note el embarazo ya que esta comienza a llenarse
mucho más rápido debido a la progesterona que afecta los esfínteres de la
vejiga.
Y es que la función de esta hormona es la de
calmar al bebé para que crezca sin ser molestado. Lo malo es que esta se
esparce por todo el cuerpo, y ya no tenemos control de los esfínteres. Con razón!!!!
Según la misma información, la única solución
que hay es estar cerca de un baño… jajajaja, que risa! Ah y acotan que al
orinar es bueno que levantemos un poco la barriga para dejar que la vejiga se
vacíe por completo.
Una recomendación fundamental que dan es que no
se debe disminuir la ingesta de líquidos: “Se debe tomar mucha agua”.
Otro órgano afectado es el estómago y lo es
con más intensidad porque se encuentra en la peor posición.
“Aunque no lo creas, la capacidad de tu
estómago será mucho menor”, señala la información. Cuando el bebé llegue a las 34 semanas y suba
de peso, el estómago sólo podrá asimilar la mitad de lo que la futura mamá coma
normalmente; aunque esta tenga un gran apetito. Podrá notarse que el ácido
gástrico sube lo que puede provocar acidez.
Entre las recomendaciones que ofrecen para
alivianar esto es el que se trate de dividir las comidas diarias en cinco o
seis. De esta manera se podrá controlar el hambre y no excederse con las
comidas.
El hígado es otro que también sufre y juega el papel más importante para el
metabolismo, ya que toma los alimentos que tanto la futura mamá como el bebé
necesitarán. Además de que retiene y elimina sustancias dañinas.
No obstante, el hígado es bien flexible y se
va acomodando conforme al crecimiento del bebé. Se encoge y trabaja para ambos
a toda velocidad.
Para mejorar esta condición, no se debe comer
con mucha grasa. Si se llega a sentir picor en todo el cuerpo, se debe visitar
al médico ya que existe tratamiento para eso.
Toca el turno del intestino. A este le ocurre
lo mismo que a la vejiga: la progesterona lo afecta también y no está diseñada
para esta; por eso el estreñimiento se hará más incómodo. La solución
más óptima: beber agua, comer sano y ejercitarse.
Y, ¿los pulmones? Estos, al igual que el
estómago, se reducen en su capacidad, pero sólo un 25 por ciento, puesto que
ambos pulmones reciben presión por la parte inferior.
Sin embargo, cuando el bebé está más grande,
de unas 36 semanas, mete su cabecita en la pelvis de la madre y liberará algo
despacio arriba.
Y por último, el corazón. Éste es el menos afectado
porque se encuentra protegido dentro de la cavidad torácica. Pero igual pudieran
llegarse a sentir palpitaciones y esa extraña sensación de vacío en el pecho.
Ese vacío que se siente es porque no llega
suficiente oxígeno a tus pulmones. Esto se debe a que los pulmones trabajan un
25 por ciento menos -debido a las razones que se señalaron más arriba- por lo que el corazón latirá más rápido para
proporcionarle al bebé un suministro de oxígeno de calidad.
Para lidiar con esta situación es
recomendable el ejercicio físico moderado, siempre bajo las instrucciones del
médico. Puede ser caminar erguida, nadar... todo lo que éste autorice.
Fuente: beliefnet.com
Genial toda esta información que proporciona
esta página, espero que les ayude a comprender un poco más acerca de los
cambios por los que pasa nuestro cuerpo cuando estamos embarazadas.
A continuación verás un video de como se va adaptando el cuerpo de la mujer durante el embarazo
A continuación verás un video de como se va adaptando el cuerpo de la mujer durante el embarazo