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sábado, 14 de octubre de 2017

La importancia de los juegos en la vida de los niños.

Suelo decir que para jugar no necesitas juguetes, para jugar necesitas querer jugar y el juego favorito de tus hijos es contigo.
Aprovecho de compartir lo que dice Raquel Roa, licenciada en Educación Preescolar, sobre el papel fundamental de los juegos en la vida de los niños.
• El juego sirve para su desarrollo y está íntimamente ligado al aprendizaje, ya que los niños aprenden a conocer la vida jugando.
• El juego estimula la imaginación y creatividad de los niños, es el método que usan para aprender acerca de su mundo. Además, a través del juego se establecen los primeros lazos de confianza, seguridad y amistad.
• El juego es como si fuese una práctica de las funciones necesarias para la vida adulta, ya que contribuye en el desarrollo de funciones y capacidades que preparan al niño para poder realizar las actividades que desempeñará cuando sea un adulto.
(Fuente: Raquel Roa, @mundonido / IG)
Por otra parte, he leído que expertos recomiendan a los padres dedicar unos 15 minutos a media hora diaria a jugar con sus hijos. Debemos tener presente que la mayor diversión no la hace un juguete sino el que nosotros, sus padres, juguemos con ellos.
Y es que el mejor juguete de tu hijo, ese con el que siempre quiere jugar, el que más estimula su desarrollo integral, el que NO anuncian en la televisión porque no se vende, el que no gasta pila, aunque a veces "se agotan". Ese juguete eres TÚ!

Señales de alarma en el lenguaje de los niños

Hoy quiero hablarte de un tema muy importante para nosotros, los padres. Se trata de ciertas señales de alarma que pueden ayudarte a saber si existe alguna alteración de lenguaje en tu hijo.
Algunas son:
⚠ Si tu bebé de 6 meses no balbucea, no sonríe ante  la voz de un adulto o no responde a tu llamado.
⚠ Si ya cumplió 1 año y no dice ninguna sílaba o no se comunica por señas.
⚠ Si a los 18 meses no emite sonidos para comunicarse con los adultos.
⚠ Si a los 2 años todavía no dice algunas palabras  sueltas como : "mamá", "papá", "tetero".
⚠ Si a los 3 años cumplidos no comprende una oración  o instrucciones cortas como "dame la pelota".
Si llegas a percibir alguno de los casos mencionados anteriormente, puede ser que exista alguna alteración de lenguaje en tu pequeño. Así lo señala Paola Lugo, Terapista de Lenguaje, quien con mucha entrega, constancia y esmero se dedica a la tarea de corregir este tipo de alteraciones.
Se debe tener presente que aún cuando como padres podamos observar algunas señales, la evaluación, el diagnóstico y la rehabilitación debe ser realizada por especialistas que con amor, paciencia y, con técnicas pedagógicas y científicas, ayuden a solucionar el problema.

¿Cómo se puede estimular el lenguaje en los bebés?

Paola Lugo, a través de su cuenta en Instagram @terapiadelenguajepl ofrece una serie de sugerencias que pueden ayudar a estimular el lenguaje de los bebés, desde que están recién nacidos hasta los tres meses.

Recién nacido (1 mes)
-          Háblale, cántale, léele
-          Sacude una maraquita directamente en frente del bebé
-          Déjale escuchar música, la radio y la tv   
-          Acarícialo, bésalo, llámalo por su nombre

Bebé de 2 meses
- Háblale usando palabras cortas
- Imita los sonidos que él realice.
- Conversa con él haciendo pausas, esperando su respuesta (un grito o una sonrisa)
- Sonríele. Se cariñosa. Llénalo de besos
- Permite que explore tu cara con sus manos
- Cárgalo cuando esté ansioso para darle seguridad.

Bebé de 3 meses
-          Sigue hablándole e imitando sus sonidos pero ahora varía el tono en el que lo hagas
-          Llámalo por su nombre
-          Hazle escuchar un sonido desde atrás o a un lado que él busque de donde proviene
-          Comienza a crear un rutina de su hora del baño, comida y sueño
-          Cárgalo, colócate en frente de un espejo y llama su atención
-          Permite que otras personas conocidas jueguen con él

En su cuenta en Instagram @terapiadelenguajepl  puedes seguir leyendo muchos  otros tips que brinda Paola Lugo. Resulta información sumamente importante para los padres, sobre todo para los primerizos, a los que tantas dudas les asaltan.
Puedes también contactarla por el número de teléfono 0424-2677124
(Fuente y fotos: IG Paola Lugo)

jueves, 27 de octubre de 2016

Cómo hablar sobre la situación del país con los niños

Creo que en este momento para nadie es un secreto la situación de inseguridad que se vive en mi país, Venezuela.
Hoy decidí hablar de esto por un triste y traumático episodio que vivimos en mi familia por culpa de la delincuencia desbordada reinante en el país. Y se que en mi Blog no acostumbro tratar temas de esta índole, pero es que justo hoy leyendo un post en la cuenta de Carla Candia (@agobiosdemadre) -una mami y además colega que sigo en Instagram- sobre la situación país y el cómo debe ser abordada con los niños me hizo darme cuenta que aún cuando ya ha pasado año y medio de la mala experiencia que vivimos en mi familia, aún sigue un tanto latente y nada adormecido ese hecho que nos sacudió sobremanera, que si bien afortunadamente y gracias a Dios no pasó a mayores, igual nos dejó un sabor muy amargo que es “mal saboreado” cada vez que recordamos lo ocurrido.
El post en cuestión sobre la situación del país expone la opinión como psicóloga de otra mami llamada Rosario Vásquez,  cuya cuenta en IG es @contratransferencia.
Aquí su respuesta acerca de qué necesita saber un niño ante la situación de conflictividad política/social:

“Entre los 0 y los 3 años: necesita mantener su rutina diaria. Es importante proteger a la diada madre-bebe, de tal manera que la madre evite la sobre exposición a noticias/situaciones que le puedan causar un monto elevado de ansiedad y que altere al bebe.
Entre los 3 y los 6: necesitan que sus preguntas sean respondidas con claridad sin ofrecer mas información de la que solicitan en ese momento y con la verdad. No necesitan escuchar ni ver noticias que los alteren, pero si la rutina diaria se ve afectada, preguntarán la razón. Evita dar explicaciones en términos de "los buenos" o "los malos". Describe lo que sucede en su entorno inmediato (no en "el país" o "la sociedad") , solo lo que pasa en su calle o camino a la escuela. En esas explicaciones habla sin buscar culpables. Una explicación adecuada a una manifestación política es que muchas personas se ponen de acuerdo para salir juntas a pedir a las autoridades que trabajen mejor, al ser muchas se hace difícil llegar a la escuela. Los niños no van porque ser los adultos los responsables de hacerse escuchar. Evita hacer comentarios en los cuales los niños sientan que la vida corre peligro. Los niños tienen cada uno una idea según sus experiencias y expectativas sobre qué es un país mejor: los niños que no han sido tocados por la crisis pensaran quizás en la limpieza o el orden. Los niños que han sido muy afectados por la crisis pensarán en tener mas alimentos o medicinas. Cada familia es un mundo y cada niño venezolano ha sido afectado de manera única.
Los niños entre 6 y 12 años necesitan ser muy protegidos de la información que circula entre amigos, vecinos y especialmente internet. Al igual que los niños preescolares debemos responder a sus preguntas, y sobretodo escuchar sus opiniones y preocupaciones. A esta edad el mayor temor es que una situación de conflicto pueda afectar o dañar a sus o la vida familiar
A esta edad el mayor temor es que una situación de conflicto pueda afectar o dañar a sus padres o cambiar la vida familiar. Es por ese motivo que necesitan la seguridad de que mamá y papá tienen el control de la rutina, que toman decisiones, que los mantienen protegidos y que ellos no son responsables de cuidar de nosotros (ni de nuestra seguridad ni de hacer largas colas o de crear planes para mejorar la vida familiar). Si observan un acto incorrecto (destruir la vía publica, por ejemplo) necesitan saber que es incorrecto y que deben usarse otras vías para hacerse escuchar. No podemos justificar lo moralmente incorrecto a un niño de 8 años porque su capacidad cognitiva le impide relativizar las normas.
Cuando existe conflicto social, todos los niños necesitan contención emocional y que escuchemos sus dudas y preguntas. Para eso nosotros tenemos que estar disponibles y hacer un uso racional de la información. Actuemos con consciencia, amor y verdad.
Todos necesitan ser educados para la democracia, por eso no podemos hacernos eco en nuestro hogar de la división . Que pensemos diferente no significa que el otro sea malo, significa que tenemos que escucharnos y encontrar un punto común.
Protejamos a los niños de la información que violente su infancia y eduquemos para la democracia."
Imagen: atusaludenlinea
Luego que lo leí les escribí en comentarios lo siguiente:
“Gracias @agobiosdemadre por compartir este post con la asesoría tan acertada de @contratransferencia, muy interesante! En mi caso una de mis hijas (la menor) tiene 14 años y aún cuando desde hace mucho en casa hemos tratado de sobrellevarlo con ella de la mejor manera, ha sido difícil. Más,  luego de que secuestraron a mi esposo el año pasado para robarle el carro, hecho del cual salió ileso de milagro. Por un tiempo nuestra hija estuvo que no quería salir de casa, ni ir al colegio, tenía 13 años en ese entonces. Mención aparte está también lo que los chicos viven y comentan en el colegio sobre el hecho de que sus compañeros se están yendo del país... y en cuanto al tema de estudiar en un país en el que las posibilidades de progreso están tan mermadas, ellos se dan cuenta y cuesta hacer que entiendan y superen todo para seguir adelante. Se logra, pero vaya el esfuerzo que debemos hacer para que lo hagan!”

Poco tiempo después, Rosario (@contratransferencia) me respondió lo siguiente:
“Me alegra saber que es de utilidad @mamaposmoderna . En la adolescencia estas situaciones nos tienen que servir para:
1)escuchar sus miedos, opiniones externas inquietudes (por mucho que nos angustie lo que escuchemos) , a esa edad se vuelve a vivir un período muy egocéntrico que es totalmente esperado en el cual cuesta entender la manera de ver el mundo de "el otro". Lo que está pasando en nuestro país es un ejercicio muy bueno para que un adolescente observe las posturas diferentes a la suya.
2) para aumentar su resiliencia, fomentando la solidaridad familiar. Un adolescente bien guiado en esta crisis saldrá de ella más sensible y humano. Un adolescente con poca guía puede salir de la crisis muy intolerante y con tendencia a culpabilizar al "otro" (cualquier "otro") de sus frustraciones. La sensación de estafa con respecto al futuro es muy dura de sobrellevar si los victimizamos. Necesitan saber que el futuro es mucho más allá de los próximos 2 años y que por muy oscuro que parezca, las herramientas que ahora consiga (amistades, formación, hobbys, habilidades personales, talento) cobrarán sentido solo si las tienes, por eso y porque somos responsables de nosotros mismos, no podemos dejar de desarrollarnos.
Viví un asalto frente a mi hija (entonces tenía 5 años) en el que me robaron el carro. Escribí este post como mamá y psicóloga. Te invito a leerlo : https://contratransferencia.com/2015/01/26/ninos-e-inseguridad-ciudadana-el-trauma-a-la-vuelta-de-la-esquina/ Hoy lo releí y me conmovió la capacidad resiliente de mi pequeña valiente. Estoy segura de que tu chama podrá superarlo con tu acompañamiento”.

Por supuesto no pude más que agradecerle pos sus palabras e inmediatamente busqué su post titulado ‘Niños e inseguridad ciudadana: el trauma a la vuelta de la esquina’ para leerlo. Les confieso que me conmovió tanto que hasta lloré, lástima que no lo había leído antes, pero seguramente era ahora cuando debía hacerlo. Se los comparto a continuación:

“Cómo ayudé a mi hija emocionalmente tras ser víctimas de la inseguridad. Finalmente nos pasó. Nos convertimos en una familia más víctima de la inseguridad que impera en Venezuela. Hace poco más de un mes una pequeña festividad navideña acabó con dos hombres armados despojándome de mi vehículo delante de mis amigas y de nuestras hijas, tal y como relata mi esposo en su blog. Lo ocurrido no es ni más ni menos dramático que lo que le ha pasado a muchas familias venezolanas (y que pasa en demasiadas ciudades latinoamericanas). Aunque no hubo agresión física, mi pequeña y yo tuvimos que hacer frente a unas heridas emocionales que hasta ahora nos eran desconocidas.
La importancia de prevenir el estrés post traumático después de ser víctima de violencia urbana
Atiendo a muchas familias que en algún momento han sido víctimas de la inseguridad. Los casos pueden ser más o menos duros, pero cuando llegan a consulta suele ser porque el paciente está rozando lo que técnicamente se llama Síndrome de Estrés Post Traumático. Dicen los entendidos en trauma que para que un evento sea realmente traumático necesitas dos golpes. Cito a Boris Cyrulnik, en su libro “Los patitos feos”
“Hay que golpear dos veces para que se produzca el trauma. El primer golpe, el primero que se encaja en la vida real, provoca el dolor de la herida o el desgarro de la carencia. Y el segundo, sufriendo esta vez en representación de lo real, da paso al sufrimiento de haberse visto humillado, abandonado, ¿Y ahora qué voy a hacer con esto?, ¿lamentarme cada día, tratar de vengarme o aprender a vivir otra vida, la vida de los cisnes?”
Mi experiencia como terapeuta es que los niños necesitan “elaborar” la situación. Al día de hoy, como madre, estoy más que segura.. Lo cuento en primer lugar porque necesito contarlo y en segundo lugar porque quizás pueda ser de utilidad a otras familias. A continuación,  lo que hicimos como padres:

1. Contuvimos, abrazamos, nos acompañamos
Después del robo Victoria, de 5 años,  lloró muchísimo. No lloró por la irrupción un hombre armado en el local en el que compartíamos con nuestras amigas, lloró cuando se dió cuenta, unos minutos mas tarde, de que fue robada. Lloró tanto que me rompía el corazón. La contuve todo lo que mi propio miedo me lo permitía. Se calmó mucho tiempo más tarde cuando, ya en brazos de papá, podía sentir que la familia estaba completa.
Esa noche pidió dormir con nosotros. Y nosotros sentimos necesidad de dormir con ella. Necesitamos durante unos días conectarnos con su fragilidad, su inocencia y su miedo. Las horas que siguieron al asalto era difícil diferenciar sus sentimientos de los míos, yo también me sentía frágil y vulnerable, pero obviamente ella, como niña, necesitaba de mí para poner en palabras lo que ocurría en su corazón.
2. Entendimos sus reacciones aparentemente “inexplicables”
Estuvo irritable y llorosa dos días. Y luego sobrevinieron varios episodios de ira tan extraños en ella como necesarios. Estaba molesta con aquellos que se habían llevado su carro. Molesta porque tenía que pedir a otros que la llevaran y trajeran. Molesta con esas personas “que no saben lo que es la amistad” a los que quería “pisar y darles un puño”.
¿Es mi hija violenta? No
¿Este sentimiento es coherente? Si
¿Quería como madre que nos quedáramos instaladas en la ira o el miedo? No
Acepté que teníamos reacciones normales ante un hecho normal. Para poder manejar esto me olvidé por unos días de lo socialmente correcto… No eran días para exigirnos a las dos actuar como si nada nos pasó. Queríamos dormir juntas, pidió no asistir al colegio, y yo no estaba en capacidad de atender mi consulta como habitualmente lo hago. No sentí miedo de que después fuera difícil retomar la rutina, simplemente acordamos que por unos días sería diferente.
3. Separamos la realidad adulta del mundo infantil
No caí en la tentación de llevarla a mi mundo adulto en el cual sé perfectamente que el carro es secundario. No hay nada hermoso en este hecho, por más que su mamá repita como un mantra “gracias a Dios estamos bien”. No lo hay, porque para mi hija de 5 años lo normal es estar vivos. La dimensión mística que yo le doy a este hecho tan terrible es propia de mi vida adulta, pero ella aún necesita creer en la vida y en que nadie se la arrebatará. Ya tiene suficiente con hacerse cargo de su propia ira y su propio miedo y además tener que darle significado a todo esto
La dejé en su mundo infantil en el cual la policía es buena y buscará a los malos que le hicieron daño. Las hipótesis adultas, que voy conociendo mientras transcurren los días, no son aptas para mi hija de 5 años. Su pequeño mundo psíquico aun no lograría comprender los reveses perversos de una historia en la que, quizás, la policía sea cómplice del hecho o alguien, necesitado de un carro viejo como el mío, decide hacer un “encargo”.
4. Separé sus sentimientos de los míos
Comprendí mis sentimientos y traté de diferenciarlo de los suyos. Yo sentí miedo, pero también agradecimiento. Mi hija de 5 años no alcanza a sentir agradecimiento, no siente la necesidad de agradecer por su vida porque siente (y así debe ser!) que le pertenece. Sentí mucha angustia y culpa por no poder protegerla. Creo que esperaba que yo estuviera tan molesta como ella. La verdad es que, honestamente, no lo estaba, ya pasé a engrosar la lista de personas que agradece el derecho a la vida en lugar de ejercerlo. Identificar esto ha sido importante, sus sentimientos y los míos difieren ante el mismo hecho (parece una obviedad, pero no lo es!) Cuando mostró ira (en tres ocasiones) se lo permití. Y en una de ellas le hablé de mi molestia, eso estuvo bien para las dos.
5. Nos acompañamos en la incertidumbre
Me preguntó:
– “Por qué ese malandro no trabaja para comprar su carro?, ¿por qué nos tenía que robar?”
– No sé
La verdad es que no lo sé. Podría manejar muchas teorías psicológicas. De hecho doy clase en un Diplomado de Intervención y Prevención de la conducta Disocial. Pero desde el rol de víctima mi respuesta es “no sé”. Y no voy a justificar un robo a una niña. Quizás exista un numeroso grupo de personas con un listado de justificaciones psicosociales que explican que esta persona tome un arma y coloque a mi hija en riesgo para llevarse mi carro. Pero yo no voy a participar en ello. A los 5 años robar está mal, y punto.
6. La escuchamos atentamente, sin juicios, sin interrupciones (esto ha sido muy importante para las dos)
Hablamos sobre el hecho tantas veces como ella necesitó, lo contó a las personas significativas de su entorno. Antes de que hablara con sus abuelos y tíos nos tomamos un momento para pedirles, amorosamente, que la escucharan atentamente y sin interrupciones. No es fácil escuchar un relato así en boca de un niño y resistir la tentación de interrumpir su relato atiborrándolo de nuestras propias creencias al respecto. Pero nuestras familias respetaron nuestra petición y creo que el resultado es positivo.
En este sentido cuando Victoria contó el evento a las personas cercanas (abuelos, tíos) no la corrigieron, ni juzgaron su manera de hacerlo con frases como “no digas eso, que eso es malo”. Tampoco la asustaron con hipótesis terribles e incomprensibles para ella como “seguro que los estaba siguiendo”. No se la culpabilizó del hecho con las típicas frases como “¿pero qué hacían allí?. ¿No saben que en esa zona roban carros?”, “Eso les pasa por salir puras mujeres solas”
No recibió de parte de los adultos significativos amenazas como “si siguen saliendo por allí eso es lo que pasa” , “seguro ya saben donde viven, ahora quien sabe”.
7. Validamos sus sentimientos
Esos días validamos sus sentimientos, incluso aquellos que son tan penalizados socialmente como la ira. La moda de la autoayuda ha relegado la ira a niveles rastreros, pero la ira es un sentimiento necesario para crear mecanismos de autoprotección. No nos da derecho a violentar a nadie, pero sí nos permite marcar límites de lo que estoy dispuesto a tolerar y lo que no. Verla dar pisotones diciendo “No quería que me quitaran el carro!” es tan válido como ver sus ojos entristecidos por ir en un carro de una amiga dándose cuenta que ya no podemos ir a dónde queremos a nuestro ritmo.
Un par de días después del robo, mientras jugaba con otros niños, se sintió triste sin explicación alguna y no sabía cómo retomar el juego, algo que no le había pasado antes. Comprendí y acepté que no era “malcriadez” sino la versión infantil de “no estoy de humor para fiestas”.
8. Mantuvimos las representaciones de “lo bueno”
Permití que siguiera confiando en las representaciones de lo “bueno”. Aunque dudo que la policía se dedique a buscar mi carro, cuando me entregó un dibujo que pensaba que podía ayudar en la búsqueda lo recibí, con ternura y agradecimiento, porque yo no soy nadie para quitarle a mi hija de 5 años la confianza en el mundo.
Imagen: Contratransferencia
9. Conectar con el agradecimiento, el valor del trabajo y la solidaridad
Pasados un par de días yo podía entender más lo que ocurría dentro de mi, y la ayudé a conectar con el agradecimiento con las muchas muestras de solidaridad que recibimos a diario. Con la bondad de las personas que nos quieren y nos hacen la vida bonita. Estas personas son tan auténticas como el que nos quitó el carro, existen, nos rodean y son parte de nuestra vida cotidiana.
La ayudé a conectar con la idea de que así como hemos trabajado para tener ese carro, también tendremos otro, porque los objetos se pueden sustituir. Victoria me preguntó si ahora pasaría menos tiempo con ella porque tendría que trabajar más para tener otro carro… sentí una ternura infinita cuando me mostró esta preocupación, pues para ella lo más importante es estar con nosotros. Prometí que haría todo mi esfuerzo por no tocar el tiempo que compartimos. Y también la ayudé a conectar con el sentimiento de agradecimiento mío con Dios (soy creyente) porque nos acompañó en ese momento tan duro. Me preguntó si Dios impide que nos pase algo malo (no es la primera vez que lo hace) y le respondí que no, pero que yo pienso que Dios nos acompaña y nos ayuda a afrontar las cosas cuando nos pasa algo malo y por eso rezo con fe y esperanza.
10. Me centré en mi propio proceso una vez que ella pasó página
Para seguir adelante le permití pasar la página cuando noté que ya no seguía hablando de esto y entonces necesité hablar yo. Yo necesitaba hablar mucho, con mi esposo, con mi familia, con mis amigos. Lejos de mi hija y otros niños. Sobre mis dudas, mis temores y mis decisiones frente a esta realidad abrumadora. Tomamos nuestras vacaciones de Navidad como un tiempo de conexión con lo bueno, y seguimos adelante sin pretender olvidar, sino integrando lo ocurrido a nuestra historia de vida.
No se si el Síndrome de estrés Post traumático que se presenta con frecuencia en mis pacientes esté realmente fuera de nuestra vida familiar, pero de momento sentimos que hemos hecho de manera consciente aquello que creemos que ayuda a mantenernos emocionalmente saludables después de vivir una experiencia tan dura. Nos toca ser resilientes.
He compartido en estas líneas mi experiencia como mamá para abordar esta situación. Ojalá nadie necesitara leer esto. Ojalá las pérdidas ante la violencia urbana fueran sólo pérdidas materiales.
Pero los niños de mi tierra se enfrentan muy temprano a la violencia. O los acompañamos o terminarán naturalizándola.
Y no, no es normal.
Imagen: atusaludenlinea
Agradezco muchísimo a Rosario (@contratransferencia) por sus palabras ya que me ayudan un montón. Ciertamente es muy duro por lo que estamos pasando y de allí la preocupación de uno, como padres y como guías que somos, de hacer lo imposible por orientar a nuestros hijos de la mejor manera. Le agradezco también el que me haya sugerido que leyera su post. Gracias infinitas. Un abrazo!
PD: Justo me conseguí otro post en BabyCenter en español, escrito por Carla Candia conjuntamente con  la psicóloga y terapeuta Alicia Núñez, y que habla también sobre el tema. En su texto hay un apartado que se refiere exclusivamente a como abordar este tema con los adolescentes el cual, en mi caso, me resultó de gran interés. Se los copio:
"Con ellos es recomendable conversar abierta pero calmadamente explicándole las tensiones existentes en el país como consecuencia de la diferencia de criterios. Igualmente se les puede preguntar qué han visto y escuchado y cómo se sienten al respecto.
Se puede compartir una reflexión como esta: “En ambos grupos hay personas que quieren imponer su manera de solventar los problemas o satisfacer las necesidades, pero el diálogo, la tolerancia y el respeto es la mejor manera de resolverlas”.
Es muy importante que los adolescentes puedan expresar su rebeldía transformando positivamente el ambiente en el que se encuentran, pintando, interpretando algún instrumento musical o haciendo deportes. Al igual que con los niños, incentivarlos a escribir una carta para expresar sus sentimientos e intercambiar ideas con sus amigos."

martes, 21 de julio de 2015

'Just breathe', el video en el que los niños nos enseñan cómo controlar nuestras emociones





Pasar por un momento de rabia o frustración o sufrir de estrés no son sólo cosa de adultos, a los niños también les pasa.
Por eso, es muy importante ayudarlos desde pequeños a controlar sus emociones para que crezcan siendo personas emocionalmente saludables.
Buscando sobre el tema, me conseguí con que una vez más podemos aprender de los propios niñ@s.  Cuántas veces ellos con sus preguntas sorprendentes y sus respuestas ocurrentes no nos dejan sin palabras al tiempo que nos dan grandes lecciones sobre cómo enfrentar los problemas cotidianos. En mi caso, miles de veces…
Y eso fue también justamente lo que le sucedió a Julie Bayer Salzman y Josh Salzman, un matrimonio que escuchó a su hijo de 5 años conversar con un amigo sobre sus emociones, de cómo su cuerpo se sentía afectado cuando le pasaban cosas y cómo se tranquilizaba haciendo respiraciones.
Como padres les pareció sumamente importante tomar lo que habían aprendido de su pequeño sobre el control de la ira, y eligieron hacer un video para multiplicar el mensaje e intentar que más personas puedan poner en práctica los consejos que en él aparecen.
Se trata del cortometraje "Sólo respira" en el que ésta pareja de cineastas con la ayuda de los compañeros de escuela de su hijo enseñan a otros niños cómo entender y manejar sus emociones, mostrando lo que les pasa a estos cuando se enfadan, se sienten tristes o pierden el control y les ayuda a calmarse y respirar hasta que se les pase.
Y es que cerrar los ojos y hacer respiraciones profundas siempre ha sido un excelente método a seguir para conseguir relajar el cuerpo y la mente. Una idea que han querido hacer llegar a todos los niños y que por cierto, como recomendación, nos viene muy bien también a los adultos.
Así que no me queda más que decirte que le des “Play” al video y en unos pocos minutos descubrirás que para retomar la calma, tanto en niños como en adultos, hay tan sólo un paso: Respirar.

Aquí tienen el video: 

domingo, 19 de julio de 2015

¿Sabes cuál es el origen de la celebración del Día del Niño?




Es una celebración que tiene más de 60 años. 
Luego de la 1era. Guerra Mundial se generó gran preocupación y conciencia sobre la necesidad de protección especial para los infantes. Una de las primeras activistas en torno a esto fue Eglantyne Jebb, fundadora de la organización "Save the Children", quien de la mano del Comité Internacional de la Cruz Roja impulsó la adopción de la primera Declaración de los Derechos de los Niños, la cual fue sometida para su aprobación ante la Liga de las Naciones, organismo que la ratificó en la Declaración de Ginebra sobre los Derechos de los Niños, el 26 de septiembre de 1924.
Al año siguiente, se llevó a cabo la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños en la que se declaró por primera vez que el 1 de junio se celebre el Día Internacional del Niño, un día especial dedicado a la fraternidad y a la comprensión de la infancia del mundo y destinado a actividades para la promoción del bienestar y de los derechos del niño.
Posteriormente, en 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 836 (IX) del 14 de diciembre, recomendó que se instituyera en todos los países un Día Universal del Niño y sugirió a los gobiernos que celebraran dicho día en la fecha que cada uno de ellos estimara conveniente.
Desde entonces los países lo celebran en fecha y forma diferente, de acuerdo a como cada gobierno lo cree pertinente; pero su significado sigue siendo el mismo en todos. Por ejemplo en Bolivia se festeja el 12 de abril, en Colombia es el último sábado de abril, en Uruguay es el 9 de agosto, en Argentina es el segundo domingo de agosto y en Venezuela es el tercer domingo de junio, solo por mencionar algunos países.



Espero que todos hayan pasado un lindo #DíaDelNiño en compañía de sus hijos :)


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