viernes, 4 de diciembre de 2015

¿Técnica (o truco) con la que tu bebé dejará de llorar inmediatamente?

¿Pudieron ver ya el "milagroso" método con el que un pediatra logra que los bebés dejen de llorar?

Pues yo ayer pude ver el video que el médico estadounidense Robert Hamilton compartió el pasado domingo en su canal de YouTube, en el que enseña a padres primerizos cómo sostener a los recién nacidos para calmarlos.

Según recoge "The Daily Mail", la técnica, llamada 'El sostén' (The Hold), es sorprendentemente eficaz, permitiendo calmar al bebé el tiempo que sea necesario.
En el video el Dr. Hamilton muestra las claves de este método. El éxito ha sido rotundo: en apenas unos días cuenta ya con casi dos millones de visitas.

Hamilton, que ha ejercido la pediatría durante 30 años, demuestra la eficacia de 'El sostén' aplicando su 'toque mágico' a varios pequeños pacientes y consigue calmarlos.

En el vídeo se puede apreciar como el doctor sostiene al niño y le dobla sus brazos sobre el pecho. Se debe sujetar al bebé en un ángulo de 45 grados con las dos manos, una entre las piernas y la otra alrededor del cuello, meciendo al al niño de arriba a abajo, hacia atrás y adelante y 'dándole una ligera sacudida'.

"Todo debe ser muy suave, sin jamás hacer movimientos espasmódicos", aconseja Hamilton.

"Se sostiene al niño con la palma de la mano, no con las yemas de los dedos. y se apoya la barbilla, de ahí que la mano quede en un ángulo de 45 grados", explica.

Como recoge "The Daily Mail", los usuarios de YouTube ya han expresado su regocijo al descubrir esta técnica.

El video pueden verlo a continuación... véanlo, así se formarán su propia opinión al respecto.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Una vez que te conviertas en mamá: "Respira ... "

Les dejo con este hermoso texto escrito por Jessica Gómez de “Háblame bajito”
Y mamis ya saben…una vez que te conviertas en mamá: "Respira ... "

“Respira.
Serás madre toda tu vida.
Enséñale las cosas importantes.
Las de verdad.
A saltar en los charcos, a observar a los bichitos,
A dar besos de mariposa y abrazos muy fuertes.
No olvides esos abrazos y no se los niegues NUNCA:
puede que dentro de unos años los abrazos que añores
sean los que no le diste.
Dile CUÁNTO LE QUIERES siempre que lo pienses.
Déjale imaginar. Imagina con él.
Déjale llorar. Llora con él.
Las paredes se pueden volver a pintar.
Los objetos se rompen y se reemplazan continuamente.
Los gritos de mamá DUELEN PARA SIEMPRE.
Puedes fregar los platos más tarde.
Mientras tú limpias, él crece.
Él no necesita tantos juguetes.
Trabaja menos y quiere más.
Y, sobre todo, RESPIRA.
Serás madre toda tu vida.
Él sólo será niño una vez.” 
Jessica Gómez

Niñas ¿modelos "sexys"?

Fotos como esta del post estoy segura que dan pie a que se genere alguna polémica. Pienso que este es un tema que se debe bien reflexionar.
Si bien a todo padre y/o madre le encanta que su hija luzca hermosa considero que debe haber un límite para no excedernos.
En ocasiones he visto ciertos programas de concursos para niñas en la TV, en los que estas aparecen con llamativos trajes y recargadas de maquillaje. Si bien respeto la decisión de sus padres de hacer que sus hijas concursen en ellos, en lo personal, estos no me agradan.
Y no es que yo quiera tener la última palabra al respecto pero no me agrada ver a una niña aparentar ser mayor a lo que en realidad es. Considero que todo tiene su tiempo y llega a su debido momento.
Según la psicóloga Ángela Londoño-McConnell, presidenta de AK Counseling & Consulting, las motivaciones de los padres para enviar a sus niñas a estos concursos son variadas, pero una de ellas podría ser el dinero.
“El problema es que si la niña empieza a ganar dinero y se convierte en una fuente de recursos financieros para la familia, hasta qué punto se puede convertir eso en explotación”, señaló Londoño-McConnell a la Voz de América.
A pesar de que no hay muchos estudios acerca de los posibles efectos que estos concursos pueden tener en las pequeñas reinas de belleza, la psicóloga explica que ciertas investigaciones sí han hallado consecuencias negativas.
“Algunas de las niñas que participan en esta clase de eventos tienden a reportar menos satisfacción con sus cuerpos como también problemas con el poder confiar en sus relaciones interpersonales”, aseguró.
Apartando el tema de los concursos pienso que debemos siempre tener presente que la niñez se vive sólo una vez y ya tendrán tiempo para ser adultas. Mientras tanto, debemos hacer lo imposible para que nuestras hijas disfruten de su niñez y a su vez nosotras disfrutarla con ellas, vistiéndolas como lo que son: unas nenas.
Vestirlas como corresponde, es una forma de protegerlas. Hay mil maneras de hacerlo de manera preciosa, sin necesidad de que se vean "sexys".
Es mejor enseñarles a valorarse desde pequeñas, de modo que cuando crezcan no sientan que son objetos para exponerse, sino que son personas valiosas, que merecen ser respetadas y queridas por lo que son, no por su apariencia.
Así que sigamos cuidando de nuestras niñas para que crezcan de la manera más sana posible.

Los adolescentes y las redes sociales

Hace poco tuve la oportunidad de ver en CNN en español el documental "13 años, el mundo secreto de los adolescentes".

Muy interesante lo que mostró del estudio realizado en colaboración con "Anderson Cooper 360" en más de 200 niños de 13 años de escuelas de USA para descubrir el uso que le dan los jóvenes a las Redes Sociales y lo que publican en línea.

Afirmaba que muchos revisan sus redes sociales sin publicar nada alrededor de 25 veces o más al día durante los fines de semana. Los chicos de 13 años no solamente están usando las redes sociales para publicar, tuitear, compartir, agregar amigos, bloquear amigos y eliminar amigos, sino que pasan enormes cantidades de tiempo simplemente "merodeando", leyendo las listas sin fin de las actividades de sus compañeros sin publicar absolutamente nada.

De igual forma, expone que es probable que los jóvenes que son menos seguros socialmente, enfrenten varios peligros al merodear en línea. "Mientras más tiempo pasen merodeando, más probabilidades hay de que se sientan excluidos".

En la información emitida por CNN en su página Web sobre este estudio, expone que "la mayoría de adolescentes con acceso a teléfonos inteligentes están viviendo sus vidas sociales en línea tanto como lo hacen en persona. Los adultos se preocupan de que los adolescentes estén enganchados en las redes sociales, pero la mayoría no tiene idea de lo que los adolescentes realmente están haciendo en línea".

Pero y ¿qué ven cuándo merodean en línea?

El estudio arrojó que si están desplazándose por Instagram, es probable que vean fotos sumamente arregladas, conservadas y filtradas que son estratégicamente publicadas a una hora del día cuando los compañeros estarán en línea a fin de atraer la máxima cantidad de "me gusta" y comentarios. Una estudiante que participó del estudio dijo que ella se toma más de 100 selfies (fotos de ella misma) para obtener una que le guste lo suficiente como para publicarla.

Es muy probable que en todas las secciones de noticias de las redes sociales, los jóvenes vean fotos de amigos reuniéndose sin ellos, o grupos más grandes pasando un buen rato en fiestas a las cuales no fueron invitados. De este modo, las redes sociales abren una ventana hacia las vidas sociales (aparentemente) más glamorosas de los compañeros de la escuela, y dejan a muchos sintiéndose menos atractivos y excluidos.

Ahora bien, este "merodear" ¿trae consecuencias?

De acuerdo al artículo de CNN sobre el estudio se teme que esta acción pueda resultar un contexto en el cual los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres.

"Los jóvenes populares, atractivos y de alto nivel parecen destacar en el arte de las redes sociales y ellos usan esto para crear sus propias identidades, construir sus marcas y extender su cantidad de amigos y seguidores. Estos adolescentes publican hermosas fotos y comentarios divertidos que inmediatamente resultan en refuerzos positivos de parte de su grupo de amigos por medio de "Likes", comentarios, retuits y favoritos".

Dan como ejemplo el caso de una chica que publicó una selfie a las 5:30 p.m. el Día de Acción de Gracias con la leyenda "Feliz Día de Acción de Gracias", y una hora después, su publicación en Instagram tenía 70 comentarios, muchos de ellos con observaciones sumamente halagadoras de la foto: "¡Oh Dios mío, deja de ser tan locamente perfecta! Estoy bromeando, soy tan afortunada al tenerte como mi amiga, con cariño".
Estos halagadores comentarios casi siempre iban seguidos por un "gracias" de parte de la persona que había publicado la foto con un cumplido respecto a la apariencia de la persona que comentaba, lo cual servía para inflar aún más la cantidad de comentarios: "Gracias perfecta, TE AMO. Y soy más que bendecida al tenerte como mi dulce amiga", y "¡Ohhhh, gracias dulzura!

Este es un caso pero en el de aquellos jóvenes que son menos seguros socialmente, resultan más vulnerables a sentirse solos o tristes o socialmente ansiosos y enfrentar varios peligros al merodear en línea.

Y es que mientras más tiempo pasen merodeando, más probabilidades hay de que observen a sus amigos pasando un tiempo maravilloso sin ellos. En el estudio, casi la mitad dijeron que se han sentido excluidos al ver publicaciones de sus amigos en las redes sociales haciendo cosas juntos sin ellos y, de manera más inquietante, más de un tercio dijo que ellos han hecho publicaciones en las redes sociales de manera en la que hacen que otros se sientan excluidos.

Entre las respuestas que dieron los niños de 13 años durante el estudio a la pregunta de "¿Qué es lo peor que le ha pasado en las redes?, están:

•Ser excluido de algunas fiestas.
•Mis mejores amigos pasan tiempo juntos sin mí y lo publican en Instagram.
•Mis amigos salen sin mí y suben fotos en Instagram, luego niegan que salieron juntos.
•Nada específico, pero no me gusta cuando las personas publican fotos o tuitean sobre una fiesta a la que no me invitaron.
•Ver fotos publicadas por mis amigos haciendo cosas donde yo no estaba incluido.

Algunas conclusiones sobre el estudio:

1.- Los adolescentes siempre se han preocupado profundamente por encajar y se sentían heridos cuando se sentían excluidos de las interacciones personales o al ver a los chicos populares pasando el tiempo juntos. Lo que es diferente ahora es que las redes sociales ofrecen oportunidades frecuentes para que todos los adolescentes puedan ver imágenes de las fiestas a las que no fueron invitados y de amigos que se divierten sin ellos, imágenes que no verían si las redes sociales no existieran.
2.- Aquellos jóvenes que pasan mucho tiempo merodeando en línea podrían estar comparando sus experiencias emocionales internas con las imágenes cuidadosamente seleccionadas y filtradas de todos los demás, las cuales eligen para que sean la representación más positiva de sí mismos pasando un tiempo maravilloso.
Los más vulnerables pueden sufrir por la comparación social, sintiéndose tristes por el hecho de que tienen menos oportunidades sociales o menos amigos que otros o sintiendo que otros tienen una mejor vida o son más felices. Esto podría conducir a la depresión grave.
3.- Independientemente de la condición social, el merodeo en línea puede ser estresante porque la sección de noticias de las redes sociales sirve esencialmente como una tarjeta de puntuación para la popularidad. Casi el 80% de los niños de 13 años están de acuerdo en que puedes decir qué tan popular es un compañero al ver su perfil en las redes sociales, y casi la misma cantidad indicó que sus perfiles en las redes sociales retratan con exactitud su propia popularidad.

Aunque los resultados del estudio sugieren que los padres harían bien en vigilar las redes sociales, puede resultar un tanto cuesta arriba detectar cual contenido es tomado como el más hiriente por algunos adolescentes.

Lo que si es definitivo es que todos los jóvenes cuando pasan horas merodeando en línea pierden tiempo para pensar, soñar, resolver problemas, leer, conversar con otros, hacer la tarea, disfrutar de la belleza de la naturaleza o participar en alguna actividad física. Para otros, el precio es mucho mayor. El merodear en línea constantemente puede generar estrés y tristeza por la juventud vulnerable, porque los expone al dolor de la exclusión social, la sensación de que todo el mundo está teniendo un tiempo maravilloso y una vida perfecta.

Fuente: CNN en español

Ahora me llamo "la mamá de ..."

Típico! aunque no siento que perdí mi identidad, sino que gané una nueva y mejor!!!

Y que conste que esto no sólo nos pasa a las mamás, a los papás también, o me van a decir que no?  

Hace poco me añadieron a un grupo de WhatsApp del curso que estudia mi hija menor y al irse presentando cada papá o mamá añadido, no hubo alguno que no dijera "la mamá de..." o "el papá de..." ¿El resultado? Que no conozco el nombre de ninguno, jajaja.

Es como que si nuestro nombre pasó a un segundo plano. De hecho creo que ya muchos nos acostumbramos a que así sea ;) 

Imagen: mimitosdemama



viernes, 27 de noviembre de 2015

¿Los niños se portan peor con las madres?

Estuve un poquitín perdida de mi Blog, pero es que me agarró un fuerte gripón que no me quería soltar y me dejaba sin fuerzas para sentarme a escribir largo. Gracias a Dios ya me estoy sintiendo mejor por lo que me di mi vuelta por aquí para escribirles sobre un tema que quería comentarles desde hace algunos días.
El caso es que desde hace un tiempo rueda por la web cierto estudio que confirma que los niños se portan peor con las madres que con el resto de adultos. Pues señores dicho estudio es FALSO.
Yo hace días que quería hablar de tema y ahora cuando me decido a hacerlo me consigo con un artículo en la página bebésymas.com, escrito por Armando Bastida, que desmiente  dicho estudio.
Tal y como relata Bastida (que comienza confesando que también cayó en la trampa e incluso había posteado el estudio días antes),  resultó ser una broma de la página “Mom news daily”. Imagínense eso, que “bromita”, si no es por Bastida yo también hubiese podido caer!
Y es que ni siquiera fue que inventaron una historia surrealista como bien dice el articulista de Bebésymás, sino que sólo confirmaba algo que todos ya sabemos: que los bebés cambian de comportamiento según con quién esté. Esto si es algo verídico!
El estudio hablaba de que la Universidad de Washington de la mano del investigador, KP Leibowitz, había realizado el estudio en una muestra de 500 familias y había observado la reacción de los niños ante diferentes situaciones. Incluso daban relatos de algunos de los miembros de esas familias que participaron en el estudio, dando a entender que era cierto, porque no había nada raro en todo ello.
Pero el creador de ese post de bebésymás, como buen investigador se dedicó a buscar la publicación original del estudio. Algo que yo también hubiese hecho ya que me gusta lo que tiene que ver con periodismo investigativo. Pues resulta que no lo consiguió.
Indica  que días después se enteró de la falsedad del estudio al contactar a una editora de la página web “Papás e hijos”.
Ahora bien, no es mentira  que los niños sí se comportan diferente dependiendo de con quien estén.
Por ejemplo, uno los deja con sus abuelos y cuando los busca resulta que se han portado de maravilla, por lo que estos suelen alabarles su comportamiento y es cuando uno tan sólo atina a pensar "sí claro, si los vieran en casa no dirían lo mismo". Es que hasta en el colegio, se comportan diferente.
Pues resulta que es algo que deberíamos ver normal. Probablemente se preguntarán, pero  y cómo?  Según expertos,  es que en casa, en donde se sienten con plena confianza, son sólo ellos: niños. No tienen que actuar de ninguna manera, sino simplemente ser como son. Um claro, esta afirmación tiene su lógica.
Ah, pero es que se portan mal, lloran, pegan, chillan y hacen rabietas.  Como bien señala Bastida al respecto,  esto es normal, “así son los niños muchas veces cuando algo no les gusta o cuando no haces lo que quieren que hagas. En el colegio están con mucha más gente y aunque a veces tengan momentos así, no tienen tanto tiempo ni tanto protagonismo para hacerlo (además, los profesores no creo que les hagan tanto caso como puede hacer una madre o un padre), así que es en casa cuando exigen y donde se generan más conflictos.”
Agrega que con nosotros, sus padres,  son niños y utilizan las herramientas que tienen y conocen para tratar de conseguir lo que quieren. Y no lo dice de manera negativa ni despectiva, ni en plan de que "nos manipulan", sino todo lo contrario. “Están aprendiendo a tratar de conseguir lo que creen que necesitan. Están aprendiendo a pensar. Están aprendiendo a satisfacer sus necesidades, de igual modo que nosotros tratamos de satisfacer la nuestras a nuestra manera”.
A su juicio “es positivo que lo hagan porque así piensan y aprenden cómo lograr sus objetivos. Si de repente consideras que se está pasando, que se está portando muy mal, que te está haciendo daño, que es muy caprichoso y no deja de pedir cosas, es hora de revisar su relación. Un niño feliz, un niño que se siente querido, un niño que pasa mucho tiempo con sus padres y que tiene una relación sana con ellos no tiene necesidad de llamar tanto la atención, ni de gritar, ni de comportarse mal, ni exige que le compres tal o cual cosa continuamente. Tendrá sus momentos, claro, pero nada que te haga pensar que tu hijo es imposible”.
Si eso llegara a suceder, él opina que es el momento de cambiar algo. “¿Quizás ahora estás menos con él? ¿Quizás ha cambiado algo en su vida? ¿Quizás no estás ejerciendo de madre (o de padre) y le dejas todas las decisiones a él, cuando te está pidiendo que hagas de madre y las tomes tú por él? ¿Quizás tiene problemas con otras personas o en otros entornos y te lo está intentando hacer saber así? Piensa, indaga, averigua, porque si un niño está cambiando, si contigo no tiene buena relación, te está diciendo, sin palabras, que ‘necesito que me escuches, me comprendas y hagas algo al respecto’”.