Desde el
momento en el que abrazas a tu bebé por primera vez nunca serás la misma
persona.
Quizás
anheles la persona q eras antes cuando tenías libertad, tiempo y nada en
particular por lo q preocuparte.
Conocerás
el cansancio como nunca lo habrás hecho antes y encadenarás días q son
exactamente iguales el uno al otro llenos de tomas y eruptitos, o cambios de
pañal y llanto, quejidos y peleas, siestas o falta de siestas.
Puede
parecer como un ciclo sin fin, pero no olvides q hay una última vez para todo.
Llegará el
día cuando le des de comer a tu hijo en la boca por última vez o se dormirán
sobre ti después de un largo día.
Un día los
llevarás en tu cadera y los dejarás en el suelo...y llegará el día en que nunca
más los volverás a coger de esa forma.
Les
frotarás el pelo en la bañera una noche...y llegará el día en que querrán
bañarse ellos solos.
Te cogerán
de la mano para cruzar la calle...y llegará el día en que nunca te la pedirán
de nuevo para hacerlo.
Se
deslizarán en tu habitación a media noche en busca de mimos...y llegará el día
en que será la última noche que te despierten para esto.
Una tarde
cantarás *Las ruedas del autobús* y harás todos los gestos...y llegará el día
en que nunca más volverás a cantar esa canción.
Te darán
un beso de despedida en la puerta del colegio...y llegará el día en que te
pedirán que no los acompañes más.
Les leerás
un último cuento en la cama y limpiarás una última cara sucia.
El caso es
q nunca sabrás cuando será la última vez, hasta que no hayan más veces. E incluso
entonces te llevará un tiempo llegar a darte cuenta de ello.
Así que
mientras estés viviendo estos momentos, recuerda que sólo hay un pequeño número
de ellos, y que cuando se hayan terminado te morirás por revivir un solo día
lleno de ellos... por última vez. (Autor desconocido)
Y
hoy, dedicado a post reflexivos, culmino con este conmovedor texto, espero que
los hayan disfrutado todos 💖 😊 💕 👶 💞
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