miércoles, 12 de abril de 2017

El embarazo a los 40 es una realidad

Hace poco me escribió una mamá (Liliana Fonseca) pidiéndome que hiciera un Post acerca del embarazo en mujeres cuya edad estuviera cercana a sus 40 años.
Me lo pidió porque ella misma, luego de 17 años, se convirtió en madre por segunda vez a esa edad, cuando todos le decían que no podría (incluida ginecóloga, familia y amistades). Y como una manera de alentar a otras me hizo esa petición.
Y es que realmente pensar en ello antes era considerado como de alto riesgo. Sin embargo, con el pasar de los años ya no resulta tan "descabellado". Y es que el tener  un hijo con 40 años o más ha dejado de ser considerado extraño para convertirse en una opción muy válida.
Ahora bien, ¿cómo se vive la gestación a esa edad? ¿Es igual que a los 20 ó los 30? Busqué información sobre ello y encontré un artículo que me gustó, el cual comienza diciendo que ciertamente se escucha constantemente que los 40 son los nuevos 30. Y el motivo se debe básicamente a que ahora las mujeres nos cuidamos más que nunca, vigilamos nuestra alimentación, nos mantenemos en forma haciendo ejercicio con regularidad y llevando una vida cada vez más sana.
Y eso justamente el cuerpo lo siente.  De allí que hayan quedado atrás los tiempos en los que si una mujer de 40 años acudía embarazada a la consulta del ginecólogo se le miraba como a un bicho raro y se consideraba que la suya era una gestación de alto riesgo.
Existen otros factores que hacen que las mujeres opten por esperar y no quedar embarazadas a tan temprana edad cuando se supone que es el momento óptimo para afrontar el embarazo. Entre ellos están, los estudios universitarios, la búsqueda de empleo, de vivienda, tener una mayor estabilidad económica.

¿Cuándo es la mejor edad para quedar embarazada?
No hay duda de que físicamente los 25 años son una edad ideal para que una mujer  quede embarazada. “La fertilidad está en su momento cumbre, el cuerpo responde perfectamente bien, el cansancio ante las sobrecargas es mínimo, algunos “efectos secundarios no deseados” de la gestación, como las varices, la retención de líquidos o el dolor de espalda, tienen menos probabilidades de aparecer que en las mujeres de mayor edad. En síntesis, el organismo es joven y puede con todo.”
Pero por otra parte, está el aspecto psicológico de la maternidad. A medida que crecemos, maduramos emocionalmente. “Así, una mujer de 40 años que queda embarazada, en la gran mayoría de los casos lo hace absolutamente convencida y con capacidad de afrontar las dificultades que puedan presentarse. Esto puede ser menos habitual en una chica de 20 años, que aunque esté igualmente deseosa de ser madre, quizá se vea más abrumada ante la envergadura de la experiencia que está iniciando y que le acompañará para toda la vida”.
En este aspecto, si ¡las mamás “maduras” ganan!

¿Cuáles serían los riesgos asociados a la edad?
En cuanto a los aspectos físicos, es importante tener en cuenta que a mayor edad, más probabilidades hay de que el embarazo conlleve algunos factores de riesgo.
Los dos principales y cómo tratarlos en caso de que se presenten serían:
*La diabetes gestacional, que es la intolerancia a los hidratos de carbono que se presenta por primera vez durante el embarazo. En el test de O´Sullivan, una prueba analítica que se realiza sobre la semana 26, el ginecólogo verá el nivel de glucosa en la sangre. Si hay alguna alteración tendrá que realizar una nueva prueba, de sobrecarga de glucosa, y ésta ya determinará si existe o no diabetes gestacional. En caso positivo, existen tratamientos que seguramente se basará en  una dieta personalizada en la que se suprimirá el azúcar y ciertos alimentos que la contienen, además de que se controlará la cantidad de calorías que se consuma. Si llega a suceder no hay que agobiarse sino tan sólo seguir las indicaciones médicas al pie de la letra, ya que en la gran mayoría de los casos el problema desaparece tras el parto.
*La hipertensión. Esta puede llegar a ser algo serio, por lo que si se tiene la tensión alta es importante llevar un control y seguir el consejo médico (probablemente descansar, reducir la sal en las comidas, tomar bastantes líquidos).  En caso de que junto a la hipertensión aparecieran alteraciones en la visión o un fuerte dolor de cabeza hay que acudir de inmediato al médico.
Otro factor importante a considerar es el riesgo de que el bebé que se espera pueda padecer alguna alteración genética, el cual puede aumentar dependiendo de la edad de la futura madre.
La más común es el síndrome de Down, que se produce en 1 de cada 800 casos si la mamá es veinteañera y en uno de cada 70 si ésta tiene 40 años.
Para descartar posibles anomalías el médico da la opción de realizar la amniocentesis, una prueba invasiva que se practica hacia la semana 15 de embarazo y descarta o confirma ésta y otras anomalías cromosómicas.
Como verán, quedar embarazada a los 40 tiene ciertos riesgos y conlleva algunas molestias más que hacerlo estando más joven.  
Pero no por eso diría que no se atrevan, siempre y cuando lo hagan teniendo a mano la asistencia de un médico que las oriente y atienda durante todo el embarazo.

Algunas diferencias entre una gestante de 40 y una de 20
En una gestante de 40 años el parto puede ser similar al de una mujer de 25, sobre todo si ha tenido hijos con anterioridad.
En el caso de que se trate de su primer parto, aunque lo normal es que todo se desarrolle sin problemas, sí hay más probabilidades de que vaya más lento. Las contracciones pueden ser menos efectivas y es habitual que la dilatación se alargue.
También es algo mayor la probabilidad de que el bebé se presente de nalgas o en posición transversa. Por estos motivos, en primerizas de cierta edad los partos instrumentales y las cesáreas son más habituales que en mamás más jóvenes.
(Fuente para el texto y fotos: crecerfeliz)

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