Hace poco me escribió una mamá (Liliana
Fonseca) pidiéndome que hiciera un Post acerca del embarazo en mujeres cuya
edad estuviera cercana a sus 40 años.
Me lo pidió porque ella misma, luego de 17
años, se convirtió en madre por segunda vez a esa edad, cuando todos le decían
que no podría (incluida ginecóloga, familia y amistades). Y como una manera de
alentar a otras me hizo esa petición.
Y es que realmente pensar en ello antes era considerado
como de alto riesgo. Sin embargo, con el pasar de los años ya no
resulta tan "descabellado". Y es que el tener un hijo con 40 años o más ha dejado de ser
considerado extraño para convertirse en una opción muy válida.
Ahora bien, ¿cómo se vive la gestación a esa
edad? ¿Es igual que a los 20 ó los 30? Busqué información sobre ello y encontré un
artículo que me gustó, el cual comienza diciendo que ciertamente se escucha constantemente
que los 40 son los nuevos 30. Y el motivo se debe básicamente a que ahora las
mujeres nos cuidamos más que nunca, vigilamos nuestra alimentación, nos
mantenemos en forma haciendo ejercicio con regularidad y llevando una vida cada
vez más sana.
Y eso justamente el cuerpo lo siente. De allí que hayan quedado atrás los tiempos en
los que si una mujer de 40 años acudía embarazada a la consulta del ginecólogo
se le miraba como a un bicho raro y se consideraba que la suya era una
gestación de alto riesgo.
Existen otros factores que hacen que las
mujeres opten por esperar y no quedar embarazadas a tan temprana edad cuando se
supone que es el momento óptimo para afrontar el embarazo. Entre ellos están, los
estudios universitarios, la búsqueda de empleo, de vivienda, tener una mayor estabilidad
económica.
¿Cuándo
es la mejor edad para quedar embarazada?
No hay duda de que físicamente los 25 años
son una edad ideal para que una mujer quede embarazada. “La fertilidad está en su
momento cumbre, el cuerpo responde perfectamente bien, el cansancio ante las
sobrecargas es mínimo, algunos “efectos secundarios no deseados” de la
gestación, como las varices, la retención de líquidos o el dolor de espalda,
tienen menos probabilidades de aparecer que en las mujeres de mayor edad. En síntesis,
el organismo es joven y puede con todo.”
Pero por otra parte, está el aspecto
psicológico de la maternidad. A medida que crecemos, maduramos emocionalmente. “Así,
una mujer de 40 años que queda embarazada, en la gran mayoría de los casos lo
hace absolutamente convencida y con capacidad de afrontar las dificultades que
puedan presentarse. Esto puede ser menos habitual en una chica de 20 años, que
aunque esté igualmente deseosa de ser madre, quizá se vea más abrumada ante la
envergadura de la experiencia que está iniciando y que le acompañará para toda
la vida”.
En este aspecto, si ¡las mamás “maduras”
ganan!
¿Cuáles serían los riesgos asociados a la edad?
En cuanto a los aspectos físicos, es
importante tener en cuenta que a mayor edad, más probabilidades hay de que el
embarazo conlleve algunos factores de riesgo.
Los dos principales y cómo tratarlos en caso
de que se presenten serían:
*La diabetes gestacional, que es la
intolerancia a los hidratos de carbono que se presenta por primera vez durante
el embarazo. En el test de O´Sullivan, una prueba analítica que se realiza
sobre la semana 26, el ginecólogo verá el nivel de glucosa en la sangre. Si hay
alguna alteración tendrá que realizar una nueva prueba, de sobrecarga de
glucosa, y ésta ya determinará si existe o no diabetes gestacional. En caso
positivo, existen tratamientos que seguramente se basará en una dieta personalizada en la que se suprimirá
el azúcar y ciertos alimentos que la contienen, además de que se controlará la
cantidad de calorías que se consuma. Si llega a suceder no hay que agobiarse
sino tan sólo seguir las indicaciones médicas al pie de la letra, ya que en la
gran mayoría de los casos el problema desaparece tras el parto.
*La hipertensión. Esta puede llegar a ser algo
serio, por lo que si se tiene la tensión alta es importante llevar un control y
seguir el consejo médico (probablemente descansar, reducir la sal en las
comidas, tomar bastantes líquidos). En
caso de que junto a la hipertensión aparecieran alteraciones en la visión o un
fuerte dolor de cabeza hay que acudir de inmediato al médico.
Otro factor importante a considerar es el
riesgo de que el bebé que se espera pueda padecer alguna alteración genética, el
cual puede aumentar dependiendo de la edad de la futura madre.
La más común es el síndrome de Down, que se
produce en 1 de cada 800 casos si la mamá es veinteañera y en uno de cada 70 si
ésta tiene 40 años.
Para descartar posibles anomalías el médico
da la opción de realizar la amniocentesis, una prueba invasiva que se practica
hacia la semana 15 de embarazo y descarta o confirma ésta y otras anomalías
cromosómicas.
Como verán, quedar embarazada a los 40 tiene
ciertos riesgos y conlleva algunas molestias más que hacerlo estando más joven.
Pero no por eso diría que no se atrevan,
siempre y cuando lo hagan teniendo a mano la asistencia de un médico que las oriente
y atienda durante todo el embarazo.
En una gestante de 40 años el parto puede ser
similar al de una mujer de 25, sobre todo si ha tenido hijos con anterioridad.
En el caso de que se trate de su primer
parto, aunque lo normal es que todo se desarrolle sin problemas, sí hay más
probabilidades de que vaya más lento. Las contracciones pueden ser menos
efectivas y es habitual que la dilatación se alargue.
También es algo mayor la probabilidad de que
el bebé se presente de nalgas o en posición transversa. Por estos motivos, en
primerizas de cierta edad los partos instrumentales y las cesáreas son más
habituales que en mamás más jóvenes.
(Fuente para el texto y fotos: crecerfeliz)
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