Desde hace un tiempo sigo a través de mi Blog
a Amalia Arce, ella es pediatra, madre de 2 niñas y creadora del Blog “Diario
de una mamá pediatra”. De hecho, tal y como ella misma lo menciona en su blog,
en las redes sociales la conocen como la mamá pediatra.
El caso es que me he identificado mucho con
algunos de los post que publica y es que ella habla mucho de su hija Laia,
quien recientemente cumplió 12 años. Cuando escribe sobre Laia me hace pensar
en mi Pao, mi hija menor de 13 años.
Recientemente escribió algo muy bonito para
ella en ocasión de su cumpleaños titulado “Cuenta conmigo”. Es demasiado
hermoso y conmovedor su relato de cómo ella ve la trasformación que viene dando
su pequeña al dejar la etapa de niña para pasar a la de la adolescencia.
Y como
no identificarme si yo estoy viviendo casi que lo mismo. Confieso que da nostalgia recordar sus años de niñez y ver como se va volviendo mujercita. Aunque ya lo viví con su hermana mayor, igual pega la nostalgia de pasarlo ahora con la pequeña de la casa.
Amalia menciona cómo su hija ha crecido y yo no
puedo dejar de pensar como ella cuando me asalta el mismo sentimiento al ver
que físicamente crecen tan rápido, que ya casi nos alcanzan en talla, y que tal
vez más pronto que tarde nos miren “desde las alturas”.
Y no sólo desde el aspecto físico ha sucedido
ese cambio sino también en su comportamiento, su trato, su necesidad de
espacio, comunicación y el querer compartir con sus amistades. Comienzan a hacerse un poco más independientes y a realizar actividades propias de su edad.
Como bien señala Amalia son aspectos que no
deberían sorprendernos porque nosotros, sus padres, pasamos por esa misma etapa, sólo
que solemos olvidar que lo hicimos.
Pero lo cómico del asunto es cuando se
voltean los “roles” de mamá e hija. Esto es, cuando son ellos, nuestros hijos,
quienes nos dan ciertas lecciones, como fue el caso de Amalia, que pasó por un
momento de disgusto y sus propias hijas la regañaron cariñosamente como ella señaló
y la hicieron cambiar de aptitud.
Justo hoy me pasó algo similar pero con Mandy,
mi hija mayor, y es que los tiempos han cambiado tanto, que en ocasiones
nuestros hijos nos hacen ver las cosas de una mejor manera, más natural y no
tan complicada como uno las ve. Por eso me encanta la frescura que les da su
edad y su manera de ver y enfrentar la vida. Uno termina aprendiendo de ellos a
sobrellevar muchas cosas.
Finalmente esta mamá que sigo culmina su post
con dos maravillosas palabras que toda madre espera decirle a sus hijas justo cuando
están en “proceso de soltarse”: “Cuenta conmigo” …. A estas yo le agregaría, siempre
y para siempre!!!
A continuación les dejo algo más que escribió
Amalia en su post que me pareció igualmente maravilloso de leer por lo que no
puedo dejar de compartirlo, ya ustedes se darán cuenta del “porque” lo digo ;)
“Cuenta
conmigo cuando te sientas sola, cuando tus amigas te den la espalda o cuando
ese chico que te gusta te dé calabazas.
Cuenta
conmigo cuando los deberes te desborden y los estudios te parezcan difíciles e
inabarcables. Ya sabes que vas a tener que solucionar tus tareas, pero yo
estaré a tu lado para acompañarte (incluso para el dibujo técnico que yo
también odio!).
Cuenta
conmigo cuando no entiendas el sufrimiento de otros, cuando te encuentres en un
callejón sin salida, cuando las fuerzas te fallen para continuar un proyecto,
cuando no sepas qué hacer con tus emociones.
Cuenta
conmigo cuando incluso creas que no puedes hacerlo. No hay secreto grande ni
problema al que juntas no podamos poner aunque sea un parche.
Yo
no quiero morirme desde que soy madre. Para que puedas contar conmigo”.
Amalia Arce
PD: *Aquí yo suelto lagrimitas* ;)
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