sábado, 26 de diciembre de 2015

"La Navidad eres tu"

Dándome una vueltica por mi Blog para desearles desde esta ventanita una Feliz Navidad a todos ustedes que me leen por aquí y esperando que hayan pasado una Feliz Nochebuena junto a sus seres queridos. 

Les dejo estas estas hermosas palabras del Papa Francisco: LA NAVIDAD ERES TÚ

"Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu corazón.
El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y dificultades de la vida.
Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan tu vida.
La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir.
Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con la bondad, la paciencia, la alegría y la generosidad.
Los ángeles de Navidad eres tú, cuando cantas al mundo un mensaje de paz, de justicia y de amor.
La estrella de Navidad eres tú, cuando conduces a alguien al encuentro con el Señor.
Eres también los Reyes Magos, cuando das lo mejor que tienes sin importar a quien.
La música de Navidad eres tú, cuando conquistas la armonía dentro de ti.
El regalo de Navidad eres tú, cuando eres de verdad amigo y hermano de todo ser humano.
La tarjeta de Navidad eres tú, cuando la bondad está escrita en tus manos.
La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y restableces la paz, aun cuando sufras.
La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado.
Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones.
Tú eres sonrisa, confianza y ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti.
Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad."
Papa Francisco

domingo, 20 de diciembre de 2015

¿Navidad en familia ... o no?

Me conseguí un artículo que habla sobre ¿Cómo sobrevivir a una familia disfuncional en Navidad?
Si, seguro que el título les resultó un tanto chocante, pero en mi caso enseguida me hizo recordar una película muy divertida llamada Four Christmases (Navidad sin los suegros). Se trata de una comedia romántica protagonizada por Vince Vaughn y Reese Witherspoon, una pareja que trataba de evitar pasar el día de Navidad visitando las cuatro casas de sus padres divorciados y muchos momentos incómodos que suelen acontecer en este tipo de casos.
Sus planes iniciales de pasar el día de Navidad en un lugar exótico, alejado de su ciudad y de sus propias familias se convierten en algo muy diferente. Obligados y sin escapatoria se ven envueltos en una Navidad de lo más familiar. Pero no será una única celebración familiar, sino que serán cuatro en el mismo día, algo que por demás se traducirán en hilarantes situaciones que al final  del día los hace reflexionar en si la vida que ha elegido el resto de sus familias no es tan mala después de todo.
Volviendo al tema inicial del artículo en cuestión, si bien la Navidad es sinónimo de alegría, prosperidad, paz y amor, pasa que en el seno de aquellas familias tóxicas, peleonas o disfuncionales ¡que también existen! sobran oportunidades para acentuar las diferencias durante las fiestas decembrinas.
Me pareció interesante compartir este tema ya que si este fuera el caso de alguno, luego de leer acerca de esto podrían tener una idea de que hacer para no sucumbir en el intento de disfrutar la Navidad en sana paz.
Según el artículo se tienen dos opciones: “O te montas una Navidad alternativa bien lejos de casa o haces acto de presencia con la firme convicción de que este año nadie te sacará de tus casillas”
Si se escoge la segunda opción el artículo menciona un “Manual de Primeros Auxilios para sobrevivir a la Navidad en el seno de una familia disfuncional” desarrollado por la psicóloga Silvia Olmedo.
Entre sus principales recomendaciones están:
Rodeate de delfines, no de tiburones
Aunque hay casos extremos, seguramente en tu familia habrá alguien con quien te lleves bien. Pues ubica al mejor aliado, planea tu propia logística, disfruta la velada en su compañía y mantén cierta distancia de los demás.
Evita hablar de temas explosivos
Imposible evitar que alguien hable de temas delicados. Sin embargo, evita ser tú quien pregunte sobre el reparto de la herencia, del ex marido de la prima, de la terapia del sobrino o de para cuándo es que la nueva parejita va a encargar un bebé. Y, política y religión, también son temas vetados.
Haz propuestas sobre temas que vinculen afectos
Igual que hay temas intocables por su condición de explosivos, hay tópicos neutros de interés común que puedes proponer para ayudar a la familia a congeniar. Por ejemplo, hablar sobre el árbol genealógico siempre resulta entretenido. Todos podrán intervenir en la conversación y aprender algo nuevo.
Elige un personaje ... y caracterizalo
Si sospechas que un familiar tratará de arruinar tu cena de Navidad ¡pica adelante! Destrozarte la vida no depende de nadie más, solo depende de ti. Como no vas a poder hacerlo cambiar de actitud, pues cambia tú la tuya, elige un personaje que te agrade, disfrázate mentalmente, actúa en consecuencia y enfrenta el tema con sentido del humor.
Concreta tu mejor estrategia
La psicóloga Silvia Olmedo está clara en su propuesta. Ella incluye en su Manual de Primeros Auxilios para sobrevivir a la Navidad en familia, las estrategias que podemos aplicar para salir airosos de un festejo navideño con gente complicada. Veamos:
Estrategia Zen
Entra a la reunión cual guerrero Ninja, a la defensiva, esquivando los ataques, con la mirada puesta en el infinito y asintiendo con la cabeza con actitud de reflexión profunda. Si no funciona, al menos los confundirás...
Estrategia Torera
Si te atacan, no respondas. Cuando respondes para defenderte entras en el juego del atacante, y eso es precisamente lo que éste quiere para tenerte dominado. Lo mejor es que te hagas oídos sordos como si la cosa no fuera contigo.
Estrategia Mente Criminal
¿Algún sociópata en la sala? Pues es tu oportunidad de ejercitar intuición y vocación criminalística estudiando tan interesante tipo de personalidad. Seguramente aprenderás a detectar, por ejemplo, las típicas mentiras de tan experto manipulador.
Estrategia Bond
No por ser la menos importante la hemos dejado de última. Todo lo contrario, es destacable porque se trata de cómo huir del encuentro navideño si el tema se convierte en ´Misión Imposible´.
Si ya sabes que la cosa se puede poner pesada, y piensas que probablemente vas a echar mano de esta estrategia, estaciona cerca de la puerta de la casa, revisa las posibles salidas, establece un perímetro de seguridad anti familiares tóxicos y, si vas con alguien a la reunión, concreta un sistema de señal como, por ejemplo, a la cuenta de 3 nos piramos...

¡A salvar las diferencias!
La vida es corta, es una sola. Cuando no estemos acá, no habrá marcha atrás, no valdrán los lamentos y los arrepentimientos... Es decir, valdría la pena reflexionar para dejar atrás las rencillas familiares, y en caso que sea imposible, al menos tratar de abrazar el espíritu de la Navidad y contagiarte con la genuina ilusión de los niños.
Fuente: revistadominical.com.ve, artículo de Adriana Boccalon

Y bueno, ya saben ahora como se puede sobrevivir a una familia  de este tipo en una época en la que se busca es más bien promover la paz, el amor y la unión familiar, en pocas palabras, la reconciliación familiar.

A continuación les dejo el trailer de la película que les comenté al principio "Four Christmases"   

Bienvenida al Espíritu de la Navidad (ritual)

Cada 21 de diciembre numerosas familias se reúnen para celebrar la llegada del tradicional Espíritu de la Navidad, el cual es concebido como una energía que viene desde del centro de nuestro sistema estelar y que llega año tras año para repartir, más que cosas materiales, aquello de lo cual los seres humanos no pueden prescindir: paz, amor, armonía y alegría.
Cualquier día es bueno para celebrarlo cuando la intención es noble, pero el 21 de diciembre es excelente para recibir en familia y entre amigos la energía cósmica del solsticio de invierno, que según la leyenda nórdica llega a través del Espíritu de la Navidad, el cual viene cargado de buena vibra para ayudarnos a fortalecer nuestra esencia emocional frente a las adversidades.
Hay quienes se preparan desde el día anterior para recibirlo, ya sea limpiando la casa para energizarla positivamente o decorando la casa con flores, preferiblemente amarillas, naranjas o rojas. Al día siguiente se prenden inciensos o velas aromáticas, sobre todo aquellas con aroma de mandarina.
Lo primero que se debe hacer es abrir espacio para todo lo bueno que nos llegará el año que viene. Por ejemplo, separa lo que ya no usas; si algo ya no sirve, deséchalo. Limpia vidrios y ventanas con vinagre que, además de alejar las moscas, espanta las energías negativas. Luego, barre todos los rincones de la casa de adentro hacia afuera.
Esto ayudará a que las energías de prosperidad, abundancia, suministro, amor, bondad, caridad, transmutación, perdón, fe, generosidad, misericordia y paz, no encuentren en su camino cúmulos de energías negativas que las desvíen. 
Se recomienda que luego de realizar la limpieza rutinaria, se esparza por todo el lugar sal marina o sal preparada de mandarina, posteriormente dicha sal se barrerá desde adentro del sitio donde se hará la celebración, hacia afuera y se recogerá en la puerta de entrada. Mientras se está barriendo, algunos sugieren decir: “Estoy limpiando y purificando este ambiente, para eliminar cualquier energía negativa que se encuentre aquí presente, invoco la Llama Violeta Transmutadora para transmutar y cancelar toda creación negativa, amén que así sea”. La afirmación recomendada anteriormente se puede sustituir por el Salmo 91, o  pueden utilizarse ambos.
Posteriormente para terminar de energizar la casa pasa un primer coleto con jabón azul disuelto en agua. Después, trapea con un agua preparada con cáscaras de limones, naranjas, toronjas y mandarinas, clavos de olor y canela en astillas. Esta mezcla la puedes hacer temprano. Hierves todos los ingredientes, la dejas reposar, la cuelas y está lista para utilizar.
Origen
El Espíritu de la Navidad, según la tradición tiene la misión de traer, cada fin de año la abundancia, paz, amor, unión, fraternidad, armonía, opulencia, prosperidad y bienestar espiritual a toda la humanidad.
Es una tradición perteneciente a los países nórdicos y que desde hace varios años, ha sido adoptada en Venezuela como parte de las costumbres características de esta época.
La leyenda, según el ángel Uriel, relata que el espíritu llegó al planeta proveniente de una galaxia lejana y se instaló en la región Norte, en lo que hoy se conoce como la península escandinava.

Ritual
Para cumplir con el ritual se debe contar con mandarinas, sal marina, esencia de mandarina, flores, velas, incienso de mandarina, un lápiz y papel.
A continuación leerán una serie de pasos que se deben realizar para cumplir con el ritual:
- Tener la esencia y el incienso de mandarina prendido todo el día. Eso nos conecta con la prosperidad y la energía del dinero.
- En un bol colocar la esencia de mandarina y colocarla en el centro de la mesa con tres flores: una blanca, una amarilla y una naranja.
- Son 21 deseos los que se piden: 7 por la humanidad, 7 por el grupo familiar y 7 para nosotros. Los deseos que se le piden se escriben en orden de prioridad de mayor a menor y se recomienda pedir en primer lugar por el bienestar y la paz mundial hasta llegar a los deseos más personales. Se cortan en tiras y se guardan en un sobre blanco, con la inscripción por fuera en color rojo que diga: “Que el amor, la paz y la luz desciendan a la tierra”, hasta la visita del año siguiente para que se puedan quemar sólo aquellos que se cumplieron.
(PD: También hay quienes sugieren importante identificar que nos está quitando la paz y sentarnos con una hoja blanca y escribirlo en el papel, una vez que lo sacas de adentro hacia afuera y ya lo ves plasmado en el papel, los lees restándole poder a todo eso, los quemas y es cuando empiezas a pedir los 21 deseos del Espíritu de la Navidad)
- Luego de guardar las peticiones para el año venidero, se sacan los deseos que se pidieron el año pasado y se queman los que se cumplieron después de las 12 de la noche.
- Al finalizar las peticiones y el ritual, si están reunidos en familia todos juntarán sus manos, dirán amén y ofrecerán sus peticiones para el bienestar del mundo, del país y de todos nuestros semejantes.
Más allá de los rituales, la llegada del Espíritu de la Navidad es propicia para reunirse en familia y dar gracias por lo alcanzado durante el año, y llenarse de buenas energías para recibir el año que está por comenzar.
Feliz 2016!

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Señales de que un niño está bien educado

"¿Saben cuál es la forma más efectiva para lograr que un niño diga: "por favor", "gracias", "buenos días", etc.?
No con canciones. Ni obligándolos a dar besos para saludar a personas que no conocen. Ni repitiéndoles: ¿Qué se diceeee...?
La forma más efectiva es siendo amables nosotros mismos, no sólo con palabras sino con gestos.
Enseñarles las palabras y que las repitan casi mecánicamente no los hace ser educados.
Lo que nos hace amables, es haber sido tratados con amabilidad."

A continuación podrán leer algunas señales que les indicarán si los están educando muy bien

Son empáticos
Los niños aman a sus padres, incluso los aman cuando los padres no lo merecen, pero si son padres que educan bien a sus hijos se darán cuenta de que a ellos les importa que se sientan bien, demuestran preocupación si están cansados, enfermos o nerviosos y procuran colaborar para que las cosas les sean agradables y se sientan felices. Los niños demuestran que son capaces de ponerse en la piel de otros y sentir sus emociones. Los niños bien educados son empáticos.
Los niños aprenden sobre todo de lo que hacemos los adultos, mucho más que de lo que decimos. Así que si saben demostrar amor a sus hijos y son sinceros con ellos, evitan los chantajes o las presiones excesivas, es seguro que ellos les devolverán el amor con creces y los sorprenderán con gestos amables y considerados.
Esta empatía podremos observarla también hacia otras personas, especialmente hacia hermanos pequeños, niños más chiquititos o animales indefensos. Si nuestro hijo hace daño a otras personas, no siente su sufrimiento o le parece divertido, deberíamos preocuparnos. Los niños bien educados quieren que otras personas se sientan bien pues es lo que han aprendido que hacen los seres humanos.

No toleran los abusos de poder
Si hemos educado bien a nuestros hijos sabrán reconocer los comportamientos abusivos y agresivos de otras personas, no aceptarán amenazas y no considerarán que deben callar y obedecer a cualquier adulto, sobre todo si esté no se comporta bien con ellos. Y eso se nos aplica a nosotros mismos. Los niños bien educados no toleran los abusos de poder.
Cuando cualquier persona, incluso si somos los propios padres, actúa de forma injusta o abusa de su poder, un niño con una correcta educación sabrá que merece ser respetado en todo momento y reclamará sus derechos sin miedo.
Si los comportamientos violentos o injustos los sufre fuera del hogar: con la familia, amigos o en la escuela, no temerá contarnos lo que ha pasado directamente, sin dejar que las situaciones aumenten de gravedad. Si le gritamos y nos dice que no le gritemos, es que estamos educándolo bien.
Un signo de que un niño está bien educado es que, incluso, sabe responder a un adulto impertinente o grosero con seguridad y sin faltar al respeto pero poniendo claros los límites de lo que va a aceptar.
Esta educación de autoprotección, respeto y seguridad en uno mismo y sus derechos debe comenzar desde la infancia y será una herramienta que toda la vida le ayudará. Si desde niños les enseñamos que nadie puede faltarles al respeto y que no deben tolerar agresiones de ninguna clase podrán aventurarse en la vida, lejos de nuestra protección, con mucha más tranquilidad y capacidad de reacción.

Son ellos mismos
Los niños transmiten alegría con facilidad pero la felicidad completa no se limita a horas de juego o risas cuando ves algo gracioso, como bien sabemos los adultos. La felicidad competa es una actitud ante la vida y las personas, demostrando que no tememos mostrarnos como somos realmente y acogemos las diferencias de los demás con respeto.
Los niños que se muestran seguros, que hablan con otras personas sin temer recibir burlas o regaños, y que muestran como son capaces de disfrutar de momentos de todo tipo, sin dejarse vencer por las dificultades, nos están enseñando que saben ser felices.
Que un niño sea capaz de mantener sus opiniones sin sentirse intimidado por ti ni por nadie, ni necesite tampoco ponerse agresivo para defender su postura u opinión. Que tu hijo se sienta valioso por ser quien es, que se respete a sí mismo y a los demás es claro signo de que está siendo bien educado.
 
Fuente: “Para Jugar y Crecer” y “bebeymas”

¡Qué rápido crecen nuestros hijos!

Hermoso y conmovedor el texto que les compartiré a continuación y que plasma sentimientos que suelen aflorar cuando nuestros hijos ya han crecido, momento que uno ya quisiera que demorara, pero que al final sabemos que llegará … y tan rápido que en ocasiones ni cuenta nos damos.
Y pasa, que cuando los miramos ya mayorcitos, tratamos de rememorar aquellos instantes en que los tuvimos de pequeños, llegándose a sentir que no hace mucho los teníamos correteando por la casa.
Por eso, como bien dice la imagen de familias.com: nuestros hijos crecen tan rápido que es “razón suficiente para no perdernos ni un minuto de sus vidas”.
Este es el texto del que les hablo:

“Llega el día en que los hijos crecen y que alegría el llegar a verlo, el mayor se casa, el del medio no le vemos el polvo, entre su trabajo y su novia y el menor se ha ido a estudiar fuera... tal vez no sea bueno que lo sepan, pero como los extraño, difícil labor la de los padres, pues invariablemente educamos para soltar.
Atrás quedaron las noches de desvelo con cada miedo o resfriado, las citas en la escuela cruzando los dedos, las compras de Papá Noel y los castigos que nos dolieron a ambos.
Esas vacaciones donde cargaba hasta lo impensable, saliendo a cada instante de la alberca pues tenían hambre, calor o ganas de ir al baño, luego, las curitas para sus primeras decepciones amorosas, noches en vela aguardando por valor y autoestima, después el insomnio con la luz apagada observando por la ventana como y cuando llegan, pero... al menos que lo hagan!
...y todo hasta que un día los ves partir, mucho más seguros y llenos de sueños, entonces pensé: Llegamos! y no lo hicimos mal.
Ahora hay tiempo para comer lo que me gusta y dormir cuando tenga sueño, para levantarme más tarde y planear mis fines de semana, "buena labor has hecho", me dicen por ahí y me lo digo a mi misma, ahora entiendo esa mirada de Mamá cuando llego mi tiempo, una mirada entre "no quiero que te vayas" y "me da tanto gusto por ti", ahora entiendo esas mezclas que quedan en los nidos vacíos y en los cascarones abiertos, triunfos llenos de nostalgia, vacíos que se tornan agradecimiento.
Tal vez no es bueno que lo sepan, pero como los extraño!,
Difícil labor la de los padres, pues invariablemente educamos... para soltar”.


Fuente: Insight

domingo, 13 de diciembre de 2015

La importancia de leer a otras madres

Leyendo un post que conseguí sobre "La importancia de leer a otras madres", no pude dejar de identificarme con muchos de los puntos que alli se señalan. 
A continuación les comparto su contenido, seguramente se identificarán con varios -o con todos- como lo hice yo.

"Las mamás vamos entregando la vida a cada paso: nuestro tiempo, energía, amor a manos llenas, tan llenas que pocas veces al día encontramos un espacio para tomar cualquier dispositivo y salir del mundo de los niños para tener ese contacto "adulto" que también nos llena el alma.
Las mamás solemos tomar miles de fotografías al día; borramos pocas porque sentimos que son momentos irrepetibles, llenamos el celular por lo menos una vez a la semana y le insistimos a nuestros esposos que nos ayuden a descargarlas en la compu... ¿O soy yo la única? ¡Ja!
Tenemos 100 chats de Whatsapp abiertos y la mitad de ellos pendientes de contestar, usamos el Facetime para compartir con los abuelos a los nenes. Recibimos también llamadas de las amigas que no tienen hijos y ellas generalmente nos escuchan siempre aceleradas sin entender qué nos pasa, les parecemos mujeres extrañas y no entienden por qué a veces les colgamos tan rápido... si "sólo" somos mamás.
¿Acaso no tenemos tiempo? La respuesta es no, por lo general no.
Llamamos a otra mamá y nos entendemos en palabras clave. Si una amiga que también es mamá te cuelga el teléfono abruptamente, jamás le reclamarás, no importa cuán interesante haya estado la historia que dejamos a la mitad.
Y así, igualito, vamos leyendo artículos que nos interesan a la mitad. Nuestras listas del súper, de pendientes, de todo lo que queremos hacer... también, a la mitad.
Subimos a Facebook alguna foto de nuestros hermosos, checamos en Momz las historias de otras mamás y a veces logramos comentar en uno que otro post, porque sabemos que eso también es echarnos la mano las unas a las otras. Compartimos experiencias y nos vamos leyendo entre todas, porque así vamos entendiendo más este fenómeno de ser mamá.
La importancia de leer a otras mamás va mucho mas allá de lo que a veces logramos entender, leer las situaciones, experiencias y vivencias de otras madres nos alimenta el alma, nos hace sentirnos identificadas, acompañadas, entendidas y escuchadas.
Hacer tribu es lo de hoy, fue lo de ayer y será lo de mañana. ¿Por qué? Porque la maternidad a veces es un camino solitario. Leer a otras madres nos hace sentir esa presencia divina que resuena como una energía poderosa que acompaña nuestros días, nuestras noches y nuestras (tantas) madrugadas en desvelo.
Nada, absolutamente nada de lo que le pase a otra madre nos debe de parecer ajeno. Todas somos una. Las madres estamos unidas por la fuerza de tribus que han pasado por este mundo, está en nuestro ADN, siempre fuimos unidas. Tenemos que seguir siéndolo, todas las mujeres, porque nos hace bien. 
Nos necesitamos las unas a las otras, porque saber de nosotras nos nutre, nos sana, nos recicla, nos alimenta el corazón. Y en la maternidad simplemente es necesario escucharnos entre mamás.
Cada día somos más las que entendemos lo poderoso que nos hace tendernos la mano, escucharnos, aconsejarnos y —entre todas— ser.
Todas somos espejo de todas. 
Es hermoso cuando te aparece un articulo, un post, un escrito y te sientes identificada. Saber que la cosa más extrańa que jamás pensaste hacer, ya la hizo otra mamá, y que el sentirte a veces tan vulnerable, también es un sentimiento totalmente natural.
Al identificarte con otras mamás brota un sentimiento de alegría pura al saber que no estás sola, que alguien te entiende, que no estás loca, que tus sentimientos son reales y normales y que no una sino tal vez un millón de mamás viven lo mismo que tú. 
Así, todo toma sentido. Vamos de la mano. No estamos solas. No lo estamos en los parques, en los rincones, en las siestas que nos agarran en el coche... cuando nos perdemos en los laberintos de nuestro cansancio, de nuestras alegrias, tristezas. 
En todo —absolutamente todo— somos comprendidas por otra. No vamos solas. Ni un solo segundo. Vamos juntas, en un mismo andar. 
Por eso, sigue blogs de mamás, busca artículos que te resuenen, regresa a ellos para leer aquello que te interesó, lee libros simples escritos por otras mamás, pasea por las redes de mamás amigas, lee todo lo que pueda nutrir tu mundo interior, encuentra pequeños sanos espacios para hacerlo. 
Lee, lee, lee. ¡Lee a otras madres! Pero, sobretodo, encuentra tu tribu. Sin barreras, sin límites. Puede que la encuentres en tus amigas de antaño, o que la descubras en aquella mujer a la que no conoces todavía, esa que también sabe y que vive como tú la belleza y la sombra de lo que significa esta divina experiencia de ser madre".
Texto: Madre Luna

Excelente, mejor dicho imposible, no creen!!! Tal parece que encontrar tu "tribu" de mamis es lo ideal, gracias por pertenecer a ésta, la tribu de "Mamás Posmodernas", reciban un gran abrazo cargado de afecto de mi parte.
Nos seguimos leyendo ;)