martes, 4 de agosto de 2015

Protectores para el pezón




Las pezoneras son unos protectores del pezón hechos de silicona o látex con unos agujeros para dejar pasar la leche.  

Son muy útiles e incluso en ocasiones necesarios, para facilitar la lactancia en caso de pezones invertidos o planos o si se producen muchas grietas en éstos.

En el caso del pezón plano o invertido, al bebé le costará mucho más agarrarse y succionar. Por ello, al menos los primeros días, la pezonera es totalmente necesaria, ya que con paciencia y gracias a la succión que hace el bebé es posible sacar el pezón  y así más adelante se podrá dar el pecho sin ésta de por medio.

Cuando la succión no es muy buena, en los primeros días es habitual que aparezcan grietas y heridas en los pezones, lo que puede ocasionar que la lactancia sea muy dolorosa para la madre. Aparte de emplear una crema especial, es recomendable el uso de la pezonera hasta que las grietas se curen. Una vez que los pezones estén bien se puede dejar de usar. Eso sí, hay que asegurarse que la postura del bebé al mamar sea la correcta o volverán a salir grietas. Esto lo certifico puesto que yo misma lo viví con mi hija más pequeña.

Por otra parte, está el caso también de algunos bebés, especialmente los prematuros, a los que les cuesta aprender a amamantar. Y están otros que presentan problemas en el paladar lo que les dificultan el agarre. Para muchos de ellos la pezonera puede ser una solución al facilitar la succión.

Hay diferentes tipos de pezoneras de venta en el mercado. Las hay aquellas que cubren todo el pezón y la aréola u otras que sólo cubren el pezón. Las primeras son las más habituales.



Asimismo, las hay de silicona o de látex. Las de látex son muy suaves pero se estropean con facilidad y se tienen que cambiar más a menudo. Las de silicona, por su parte, son más delgadas y se adhieren fácilmente al pecho.

También pueden distinguirse por la forma. Hay pezoneras totalmente redondas y otras con un área recortada en el borde para que la nariz del bebé esté con contacto con la piel de la mamá mientras mama en lugar de tocar la pezonera.

Ninguna es mejor que otra, se debe usar aquella que resulte más útil y práctica.

Ahora bien, y ¿cómo se usa la pezonera?

Debe colocarse correctamente en la mama, bien adherida, y después poner al bebé a mamar como si no hubiera pezonera, para que el agarre sea correcto. Si no queda bien adherida y se mueve mucho puede sumergirse antes en agua caliente.


Lo que hay es  que tratar que tanto el bebé como la mamá se sientan cómodos con ella y funcione adecuadamente.  El bebé debe estar bien pegado al seno para que la punta entre bien en la boca, de modo tal que pueda succionar y tragar la leche.




A pesar de todos estos útiles consejos, siempre que sea posible hay que procurar dejar de usar la pezonera cuando ya no nos sea indispensable.

Igualmente, siempre será recomendable consultar con el médico sobre todos estos aspectos y que él mismo  indique y enseñe la manera de utilizarlos y cuando se estará lista para dejarlos de lado.  

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